Lo políticamente correcto…

Lo políticamente correcto viene del marxismo contrariado de los años setenta y ochenta. Cuando quedó claro que los obreros votaban capitalismo, intelectuales y estudiantes decidieron salvar a la revolución de «esa clase traidora a ella misma». Adalides suyos como Derrida, Althusser y Foucault tuvieron en común ser puros fraudes académicos, incapaces de hacer una tesis doctoral mínimamente informada, y los dos primeros dejaron memorias póstumas reconociéndolo. Por su parte, los jóvenes dispuestos entonces a tomar las armas para preservar la revolución marxista –que aquí formaron ETA, brigadas rojas o la banda Baader-Meinhof, y en Latinoamérica montoneros, senderistas, etcétera– fueron una amalgama de carniceros y personajes de sainete, sostenidos por una prensa que ya entonces comenzaba su andadura por lo políticamente correcto. El camelo de la posmodernidad tiene como denominador común personas reñidas con las fuentes primarias de cada asunto, que prefieren leer unas líneas sobre Aristóteles que unas líneas de Aristóteles. Indigentes mentales con ínfulas de magisterio.

fuente ethic.es (enlace en web archive)

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